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Alberto García Martínez

Jefe de Relaciones con los Medios

Hacia un entorno laboral igualitario

La igualdad de género debe tener, de forma obligatoria, su reflejo en el entorno laboral. Una de las prioridades para conseguirlo es apostar por desarrollar el pleno potencial de todos sus trabajadores, especialmente de las mujeres.

Si bien es cierto que en los últimos años se han producido muchas mejoras cada vez más visibles en un mayor número de empresas, la igualdad en el entorno laboral sigue siendo una de las asignaturas pendientes de muchas compañías. Según datos de la Unión Europea, las mujeres cobran de media un 15% menos que sus compañeros varones, con lo que tendrían que trabajar 53 días más que ellos para igualar su salario anual.

Este, entre otros motivos, obliga a las compañías a convertir en prioritario el trabajar y unir esfuerzos para construir un entorno laboral con iguales oportunidades para hombres y mujeres. Por este motivo, implantar políticas y prácticas que den pasos reales hacia la igualdad laboral es cada vez más urgente e importante.

Algunos ejemplos para conseguirlo podrían ser realizar procesos de selección en los que se juzguen las competencias reales de cada persona por encima de sus características personales, utilizar criterios equitativos para la promoción laboral de hombres y mujeres, romper la brecha salarial en trabajadores de diferente sexo que están desarrollando el mismo trabajo en una compañía, apostar por el incremento de roles femeninos en puestos de dirección o adoptar medidas flexibles que favorezcan la conciliación real entre el trabajo y la familia.

Las compañías deberían ser lugares integradores donde cada uno de los trabajadores, más allá de su sexo, aporte su valor. Esto, inevitablemente, pasa por entender que la heterogeneidad es enriquecedora y que siempre suma. El Día Internacional de la Mujer 2018 es la oportunidad perfecta para unir fuerzas y avanzar entre todos para hacerlo posible.